miércoles, 14 de mayo de 2014




EL PAISAJE VISUAL O PAISAJE PERCIBIDO (I)


Para alumnos de:
Carrera de Ingeniería de Paisajes, Asignatura Ecología del Paisaje


  Biól.  (Mgter) María Cristina Morláns – Ing. de Paisajes Claudia Marcela Romero



Contenido:

El paisaje visual. El Paisaje como recurso. Territorio o Cuenca Visual. Determinación de los puntos visuales. Forma de la cuenca visual. Compacidad de la cuenca.

El Paisaje en sí mismo. Principales componentes y elementos de un paisaje. Descriptores. Metodología de análisis y síntesis.

Descriptores Escénicos. Formas del Paisaje. Tipos De Vistas.



EL PAISAJE PERCIBIDO.

            El estudio del paisaje se puede enfocar desde dos aproximaciones: el paisaje total y el paisaje visual o paisaje percibido.

            En la primera, el interés se centra en el estudio del paisaje como indicador o fuente de información sintética del territorio. El paisaje es un conjunto de ecosistemas con componentes naturales y culturales en diversas proporciones. Dicho conjunto posee una estructura ordenada no reductible a la suma de sus partes, sino que constituye un sistema de relaciones funcionales en el que los procesos se encadenan. Su aprehensión se realiza como un todo (paisaje total). En la segunda aproximación la atención se dirige hacia lo que el observador es capaz de percibir en ese territorio, el paisaje como expresión espacial y visual del medio. Se contempla o analiza aquello que el hombre ve, que son los aspectos visibles de la realidad (paisaje percibido).

            El objeto de estudio de la Ecología de Paisajes es el paisaje total, cuya  gestión comprende las actuaciones dirigidas a su conservación, mantenimiento y/o mejoramiento con el fin de guiar y armonizar las transformaciones inducidas en él por la evolución social, económica y ambiental, en la perspectiva del desarrollo sustentable. El paisaje total, concebido como recurso en sí mismo y como proveedor de bienes y servicios, es la base insoslayable para una correcta ordenación territorial.

            Algunas de las funciones asignadas al paisaje se ejemplifican en el cuadro siguiente:
           
1- Función económica:
·                                 Asegurar una producción agrícola de calidad y que respete el medioambiente
·                                 Valorizar los recursos locales asegurando su regeneración: bosques, energía, etc.;
·                                 Asegurar el abastecimiento de los mercados locales
·                                 Atraer nuevas inversiones y activos.
2- Función ecológica (servicios ambientales):
·                                 Conservar la biodiversidad;
·                                 Conservar y valorizar las especificidades naturales y paisajísticas;
·                                 Absorber el dióxido de carbono y otras substancias contaminantes.
3- Función residencial:
·                                 Acoger a los que desean quedarse;
·                                 Integrar a nuevas poblaciones de origen urbano;
·                                 Asegurar la calidad de vida de los habitantes.
4- Función de cohesión:
·                                 Asegurar la inserción social y luchar contra la exclusión;
·                                 Acoger a las poblaciones de mayor edad;
·                                 Hacer del espacio rural un lugar de convivencia y ciudadanía.
5- Función cultural y educativa:
·                                 Promover los valores del patrimonio y de la historia local;
·                                 Hacer del espacio rural un lugar de educación y de descubrimiento.
6- Función recreativa:
·                                 Responder a distintas necesidades de la sociedad urbana: lugares de descanso, de ocio, actividades deportivas y de puesta en forma, etc.;
·                                 Articular las necesidades de la población local y de los visitantes.

            Sin embargo, el análisis del paisaje visual o paisaje percibido es útil a varios efectos: para la planificación turística, la selección de ambientes que puedan constituirse en áreas de reserva florística y/o faunística (el conjunto de especies o por una o pocas especies raras, endémicas o en peligro), o ser considerado un Monumento Natural o Histórico cultural (sea por las características del conjunto o bien por algún elemento o especie en particular) y para estudios de impacto ambiental relacionados con diversas construcciones humanas que por su naturaleza o envergadura pudieran resultar lesivos, sea porque afecten la calidad del paisaje total o alguna de sus cualidades como recurso. Otros objetivos pueden ser:
- Simular, predecir o prevenir los impactos visuales generados por distintas actividades antrópicas
 - Evaluar el estado y valor de conservación de un determinado paisaje
 - Estimar  su fragilidad o vulnerabilidad.

ESTUDIO DEL PAISAJE PERCIBIDO.
            Si se considera  al paisaje como el escenario de la actividad humana, cualquier acción artificial repercute inmediatamente en los factores perceptuales. Una evaluación del paisaje visual pretende simular, predecir o prevenir los impactos visuales generados por distintas actividades antrópicas, determinando el nivel en que se alcanzan los objetivos de calidad visual propuestos e identifican los criterios de evaluación más adecuados para esos propósitos.

         En el estudio del paisaje percibido se debe considerar por una parte la delimitación de la cuenca o territorio visual; por otra, al paisaje en sí mismo (componentes, elementos constitutivos,  posición relativa), como así también las visuales que tal paisaje ofrece a un potencial observador, determinando cuales son los componentes y elementos que contribuyen a su calidad como así también su grado de fragilidad. Otro aspecto importante a considerar es la visibilidad e intervisibilidad.

TERRITORIO O CUENCA VISUAL

Definición: Una cuenca visual teórica o potencial puede ser definida como el conjunto de todas las localizaciones o puntos de un territorio que son visibles desde un punto de observación específico, dada una distancia máxima de visión, y en base únicamente a la topografía

1. DETERMINACIÓN DE LOS PUNTOS VISUALES.
a. Observación directa      

  



Se va al territorio con un plano y desde el punto elegido se ve hasta donde alcanza la vista, girando para ver la cuenca visual. En muchos casos esto es suficiente pero precisa un buen conocimiento de la zona y la fiabilidad del método depende del observador y en zonas de montaña se delimita en exceso.  Una escala de 1:25.000 o 1:50.000 podría resultar suficiente en la mayor parte de los casos pero se debe ajustar la escala al tipo de trabajo que se realice.  A escala urbana se deben tener en cuenta el tamaño de los elementos.

b. Métodos manuales

Se determina la cuenca visual por medio de planos de la cuenca de trabajo.  A escala comarcal se usa el 1:50.000. Se siguen varios pasos:

1.                  Situar en el plano el punto de observación sobre la que se quiere saber la cuenca visual



2.               Sobre el punto de observación se tiran rayos visuales en todas las direcciones; cada 5º es adecuado pero normalmente se hace cada 22 – 25º, de forma que dan unos 16 perfiles ya que de cada rayo se obtiene un perfil transversal. Se calculan las intersecciones con las curvas de nivel.



3.                  Se tiran rayos visuales pegados al terreno y se delimitan las zonas de sombra y las visibles




c. Métodos mecánicos o automáticos

Estos métodos no resultan obstaculizados con las dificultades visuales como la vegetación o las infraestructuras pero hay que completarlos con una visualización directa. Uno de los factores que limitan la representatividad de una cuenca visual teórica (es decir, la estrictamente basada en la topografía y las líneas de visión) es la cobertura vegetal del terreno: una cobertura arbórea impone unas fuertes limitaciones que no se dan en el caso de una cobertura vegetal de tipo herbáceo. Teóricamente, la única forma de resolver esta dificultad es contar con información precisa relativa al paleo ambiente de la zona que se está investigando e incluir en el análisis la topografía adicional que pueden representar los árboles (estableciendo su altura media) en aquellas zonas en las que se demuestre la existencia de una importante cobertura vegetal de tipo arbóreo (así, por ejemplo, los monumentos situados en zonas con cobertura herbácea o arbustiva serán más fácilmente visibles que los situados en zonas arboladas). La realidad se complica cuando se tiene en consideración que la vegetación (y su frondosidad) es a menudo estacional, por lo que la visibilidad puede variar significativamente a lo largo de distintos periodos del año.
SIG: El análisis SIG de cuencas visuales se basa en el empleo de un Modelo Digital del Terreno (MDT) de tipo raster, de forma que en realidad el cálculo busca definir qué celdas son visibles desde la celda que constituye el punto de observación específico y dentro del perímetro de visión máxima establecido. Una vez que se señala el punto de origen del observador, el algoritmo calcula un nuevo mapa raster binario donde las celdas con valor 1 son visibles desde el punto de observación mientras que las celdas con valor 0 son invisibles. Se calcula por tanto la existencia o no de intervisibilidad, es decir, la existencia de una línea o radio de visibilidad ininterrumpido  entre la celda del observador y todas y cada una de las restantes celdas incluidas en el campo de visión teórico máximo. La noción de cuenca visual va mucho más allá de las posibilidades ofrecidas por los procedimientos manuales de cálculo, ya que define toda la superficie de un territorio que es visible (así como la que es invisible) desde un punto de observación dado. La mayor parte de los SIG permiten, además, especificar otros parámetros, como por ejemplo añadir una altura específica a la de la topografía en el punto de observación para tener en cuenta, la estatura de un individuo erguido o, si se trata de un asentamiento fortificado, la altura de una torre de observación, haciendo así más realista el resultado del análisis. Por otro lado, gracias a las herramientas con que cuentan estos sistemas es muy fácil calcular la superficie (por ejemplo en Km2) de zonas visibles y no visibles para luego establecer comparaciones gráficas y estadísticas entre unas localizaciones y otras. Además, gracias a la capacidad de procesamiento de los ordenadores es posible repetir el análisis para un elevado número de localizaciones y representar los resultados de una forma cartográfica apropiada (colores, tres dimensiones, etc.).



2. FORMA DE LA CUENCA VISUAL: el análisis de las formas da una idea de cómo es el territorio en el que nos encontramos.  Por ejemplo:
                             


a)      Formas redondeadas. Con el punto de observación centrado hay dos posibilidades: la primera es el alto de una montaña, la segunda una llanura, pero en el primer caso al variar ligeramente el punto de observación se producen alteraciones importantes en la forma mientras que en el segundo caso apenas se altera (la forma de la cuenca es más estable). 


         b) Formas alargadas: se dan quebradas y en el fondo de valles; se deben a limitaciones del campo visual por montañas laterales. Direccionan el flujo visual




                c)      Formas irregulares y con sombras: se dan en terrenos abruptos, zonas montañosas que dificultan la visión.



3) COMPACIDAD DE LA CUENCA
                Es el % de la cuenca que se ve en el contorno de la cuenca visual.  Podemos poner el ejemplo de la imagen abajo, donde la compacidad es del 100%; esto es, un territorio abierto, diáfano





Sin embargo en la siguiente imagen hay zonas de sombra, por lo que  la compacidad es menor al 100%. Será de una zona con ondulaciones, como en un área montañosa. 






EL PAISAJE EN SI MISMO

       Los principales componentes y elementos de un paisaje son.

COMPONENTES
ELEMENTOS  PRINCIPALES

Abiótico

Geoformas (montaña, valle, meseta, llanura, etc.)
Relieve (pendiente: grado y longitud)
Agua (quieta, móvil, dulce, salada, etc.)

Biótico

Vegetación (Selva, bosque, sabana, parque, pastizal, etc.)
Fauna

Antrópico

Construido (urbanizaciones, caminos, tendido eléctrico)
Introducido (vegetación y fauna exótica con fines ornamentales, productivos u otros)

                  Para la caracterización y valoración de un paisaje se apela a datos objetivos y concretos y también a valores subjetivos (particularmente en lo que se refiere a la asignación de una determinada calidad estética), que requieren de una estandarización tendiente a objetivarlos cuanto sea posible.
     
      Para ello, se propone la siguiente metodología:

1er Nivel de Análisis: Fisiografía y Clima. (Componente abiótico)
2º Nivel de Análisis: Predominio o combinación de sus componentes. Descripción. (Componente Biótico y antrópico)
3er Nivel de Análisis: Identificación y selección de indicadores visuales y tipos de vistas.

FISIOGRAFIA Y CLIMA. (COMPONENTE ABIOTICO)

La tierra, el relieve (llanuras, montañas, colinas...) y la naturaleza del terreno (disposición de los materiales, afloramientos rocosos), el agua superficial en sus diversas expresiones (mares, ríos, arroyos, lagunas), su disposición, su quietud o movimiento...

Descriptores.
Fisiografía: formaciones geomorfológicas predominantes (mesetas, llanuras, planicies, micro cuencas, alineaciones montañosas) y su topografía (particularmente grado y logitud de la pendiente), litología, pedología e hidrología (destacando presencia de lagos, ríos, vertientes, cascadas, cataratas), así como detalles en el relieve de segundo orden (por ejemplo, conos volcánicos, mantos de arena o médanos, presencia de fumarolas, etc.), los cuales son producto de la acción de erosión y sedimentación de los distintos agentes del modelado (valles glaciares y fluviales, quebradas, mesetas y llanuras sedimentarias), etc.





El agua, ya sea por su sonido, su movimiento, por su alto contraste con el resto de los componentes o por su capacidad de actuar en ocasiones como espejo, reflejando el entorno que la rodea, es un elemento dominante en el paisaje, o al menos importante para su caracterización. También es poderoso agente modelador.



 Manifestaciones del clima: por ejemplo, época de lluvias (particularmente, frecuencia e intensidad de las precipitaciones) y temperaturas (mínimas, media, máximas) esperables en distintos momentos del año.

El componente abiótico suele ser predominante en áreas cálidas y áridas, zonas polares, altiplanos, picos o cordilleras con nieve permanente y campos de hielo. Aquí resultará de interés marcar elementos singulares, si los hubiera (conos y cráteres volcánicos, géiseres), particulares formas erosivas (como las que dieron lugar al Valle de la Luna, Gran Cañón del Colorado, Quebrada de Humahuaca, etc.), presencia de yacimientos geológicos o paleontológicos, salares y salinas, campos de médanos, humedales (extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros), etc. Los humedales generalmente sustentan una importante diversidad biológica y en muchos casos constituyen hábitats críticos para especies migratorias, por lo que será conveniente conocer la fauna asociada a ellos.

PREDOMINIO O COMBINACION DE LOS COMPONENTES DEL PAISAJE. Se realiza una ponderación cuali o cuantitativa y si es necesario una descripción..

COMPONENTE BIÓTICO: vida vegetal y animal. La fauna tiene menos importancia aunque a veces es un elemento determinante como en el caso de las reservas faunísticas.



El componente biótico natural (autóctono) predomina allí donde las condiciones climáticas no son tan extremas como las indicadas anteriormente y la influencia antrópica es escasa (áreas con baja densidad poblacional, sitios inaccesibles o marginales para la agricultura y ganadería, espacios protegidos).

Descriptores:
            Para este componente se recomienda ubicar el paisaje en la región biogeográfica que corresponda, hacer una identificación fisonómica del principal elemento constitutivo (selva, bosque, sabana, pradera, etc.), considerando además la presencia de parches o manchas dentro de la matríz principal y los bordes y pasillos o corredores de conexión existentes. Para cada paisaje en particular deberá establecerse la existencia de cambios periódicos en la apariencia de la vegetación (amarilleo y pérdida del follaje, época de fructificación y floración) que a su vez sean causales de un cambio en la apariencia o imagen del paisaje. Señalar también casos de alternancia (según la exposición) si los hubiera.
            Desde el punto de vista florístico es importante destacar las especies dominantes, pero también las especies raras y las endémicas ya que ellas pueden otorgar un carácter singular al paisaje. Según los objetivos del estudio, podrá ser necesario aplicar técnicas de análisis cuantitativo de este elemento.




     La fauna suele tener menor relevancia que la vegetación en la determinación del carácter de un paisaje, pero en ocasiones se convierte en el principal atractivo (observatorio de aves, apostaderos de pinguinos o mamíferos de mar, reserva de vicuña, etc.). En estos casos es importante recoger información etológica.
      En cualquier caso, para cada paisaje será necesario estimar la diversidad alfa, beta y gamma.

COMPONENTE ANTRÓPICO :
El componente antrópico predomina en centros urbanos, parques industriales, áreas suburbanas y, aunque menos evidente, es importante factor estructurador en áreas rurales sujetas a diversos tipos de explotación (agrícola, ganadera, minera, forestal). Carreteras, vías férreas y otros elementos de infraestructura pueden dominar el paisaje (nudos viales próximos a accesos a grandes ciudades, campos de energía eólica) o ser un elemento menor en paisajes dominados por el componente abiótico o biótico.
Si bien el hombre es un elemento más de la naturaleza unido a ella por vínculos de dependencia., e indudablemente un componente biótico, las estructuras espaciales debidas a las actuaciones humanas se consideran separadamente dado que su papel en el paisaje es muy activo y usualmente crea arreglos topológicos de baja probabilidad de ocurrencia en circunstancias naturales.
En el caso de las fotografías (un área ajardinada y un área cultivada) predominan formas geométricas que contrastan con la vegetación (natural) del fondo de la escena. Otros puntos en común entre ambas actividades (ajardinamiento y cultivos) es que en las dos se produce usualmente una notable pérdida de biodiversidad, sustitución de especies autóctonas por exóticas, cambios en la topografía del terreno (generalmente, nivelación del mismo) y en ocasiones, instalación de sistemas de riego.




Tales cambios no necesariamente suponen un impacto negativo que indefectiblemente provoque la degradación del paisaje.
La intensidad y el grado de adecuación de las transformaciones antrópicas en el paisaje dan lugar a diferentes situaciones, tales como las que se indican en el cuadro siguiente:





Además, suele ser oportuno identificar:
- El número de parcelas de cada tipo de uso de la tierra y su relación respecto del total de usos.
- El tamaño de las parcelas (parches) con relación al área total.
- La forma de los parches.
- El desarrollo de la línea de borde de cada parche.
- Valor medio (forma, área o número de parches) para cada uso y la variación dentro de la estructura.

DESCRIPTORES ESCENICOS
a) Formas del paisaje:
Las geoformas positivas (montañas, colinas, cerros), así como la vegetación arbórea, dan paisajes tridimensionales. Las mesetas y llanuras y la vegetación baja (céspedes, pastizales) dan paisajes que se consideran “bidimensionales”.






 b) Tipos de vistas:

1) Según la posición del observador el paisaje será dominante o dominado

                  Vista dominada =                                                                      Vista dominante  =                                      observador dominante                                                                  observador dominado






Posiciones inferiores (paisaje superior): las formas del paisaje parecen mayores y se pierde la perspectiva (profundidad y amplitud del campo visual) vista dominante = observador dominado.
Posiciones superiores: se aumenta la longitud y la amplitud del campo visual. Tendríamos una vista dominada y un observador dominante, que puede ser reforzada con miradores.






(El asterisco indica la altura a que se encuentra el observador o punto de observación)

2) Amplitud de vista.
      Es la profundidad que alcanza la visión a los lados del eje principal del paisaje sin encontrar barreras o pantallas que cierren la visión longitudinalmente. Según la amplitud de vista los tipos de escenas pueden ser:





Escena o vista dominada por una figura                   Escena o vista focalizada




COLORACIÓN. El color de un paisaje puede estar dado por elementos predominantes del componente abiótico (tipo de roca y/o tipo de sustrato) como así también por cambios estacionales de la vegetación, periodicidad de la misma (época de floración, fructificación, caída del follaje, etc.) y su zonación o alternancia (por ejemplo, en laderas de exposición opuesta); acciones antrópicas (como la quema de pastizales de altura y su temprano rebrote o la presencia de elementos construidos) también inciden.


CONTRASTE
Contraste: es la diversidad de colores y luminosidad en la superficie (como en las variedades vegetales tomentosas); contraste interno: (poco o muy contrastado): diversidad de colorido y luminosidad dentro de una superficie. El contraste más fuerte se encuentra en colores que se hallan opuestos en la rueda de colores, como el rojo y el verde.





TEXTURAS
Son variaciones que existen en la superficie de los elementos del paisaje y son siempre relativas, dependen de la distancia entre observador – paisaje, si estamos lejos aparecen texturas suaves y finas, al irse acercando engrosan. Puede identificarse como la agregación indiferenciada de formas o colores que se perciben como variaciones o irregularidades de una superficie continua. Tiene las siguientes características:
Grano: es el tamaño de relativo de las irregularidades de la superficie. Si están juntas y son pequeñas el grano es fino; si es al contrario será grueso.
Densidad (baja, media, alta): espaciamiento de las variaciones superficiales.

Regularidad (en grupos, ordenado, al azar): grado de ordenación y homogeneidad en la distribución espacial de las irregularidades.




BIBLIOGRAFIA
Bolós, M. (1992), directora. Manual de ciencia del Paisaje. Teoría, métodos y aplicaciones. Ed. Masson. Barcelona.
De la Fuente, G., Atauri, J.A. y de Lucio, J.V. 2004. El aprecio por el paisaje y su utilidad en la conservación de los paisajes de Chile Central. Ecosistemas 2004/2
Díaz Pineda, F. y col. (1973). Terrestrial Ecosystems adyacent to Larg Reservoirs. Internat. Comm on Large Dams, XI Congress.
Escribano y col. (1987). El Paisaje. Ministerio de Obras públicas y urbanismo. Madrid.
García Ruiz, José M. LOS PAISAJES. Naturaleza de La Rioja 9 -14 1997




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